Estos virus consisten en programas o partes de un código de programación creados por alguien con el fin de introducirlos en ordenadores ajenos, sin conocimiento de sus usuarios, y causar algún daño en el sistema. Actualmente, la forma más común de propagar virus es a través de los mensajes de correo electrónico.

Entre los diversos tipos de virus existentes destacan los denominados gusanos, capaces de multiplicarse ininterrumpidamente, ocupando cada vez más espacio en la memoria del ordenador hasta lograr que éste deje de funcionar.

Normalmente, los virus-gusano se activan al abrir un archivo adjunto incluido en un mensaje de correo electrónico. Sin embargo, otros como Frethem.J son capaces incluso de autoejecutarse. Ejemplos de gusanos desgraciadamente famosos son Nimda o Anna Kournikova.

Virus informáticos

Cada día los autores de virus informáticos se afanan por idear y difundir nuevas creaciones, y los denominados hackers intentan burlar las medidas de seguridad de la Web de empresas e instituciones, movidos unas veces por el propio ego y afán de notoriedad, y otras por simple maldad.

Lo cierto es que no podemos bajar la guardia y si no queremos que una de estas amenazas arruine nuestro ordenador y nuestro trabajo, vale la pena tomar algunas precauciones.

Antivirus

Para proteger los archivos que guardamos en nuestro ordenador de las amenazas víricas es necesario instalar un programa antivirus que se encarga de buscarlos en el disco duro, eliminando los que encuentra (porque ya los conoce y cuenta con el "antídoto").

De todos modos, como los creadores de virus no descansan, hay que mantener el programa antivirus actualizado, es decir, con las últimas vacunas que desarrollan las compañías encargadas de identificarlos y combatirlos, para mantener nuestro ordenador libre de ellos.

Actualmente muchos de estos programas antivirus se actualizan automáticamente conectándose ellos mismos a Internet, y descargando el parche correspondiente.

Cortafuegos

También es aconsejable instalar un cortafuegos (firewall), es decir, un sistema diseñado para evitar accesos no autorizados. Aunque en un principio sólo las empresas decidían colocar un cortafuegos para proteger sus intranets o redes informáticas internas, ahora también se aconseja a los usuarios particulares que los instalen, debido al creciente número de virus y ataques de intrusos a través de Internet. Las últimas versiones de antivirus ya incluyen funciones de cortafuegos.

Los cortafuegos pueden ser dispositivos de hardware, de software o una combinación de ambos. Estos sistemas examinan los mensajes que entran o salen del ordenador, bloqueando los que no cumplen los criterios de seguridad previamente establecidos. Asimismo, existen numerosas técnicas de cortafuegos que también se pueden encontrar combinadas en un sistema.

Para un nivel aún mayor de protección de la información, sobre todo en el momento de su envío a través de correo electrónico o FTP, los datos pueden someterse a encriptación.

Firma digital

La interactividad de Internet implica, en muchas ocasiones, la aportación de datos personales para adquirir productos o contratar servicios. Esto puede conllevar la pérdida de control del uso posterior que se haga con esa información de carácter privado (por ejemplo, la comercialización indebida de bases de datos).

Por ello, hay que prestar atención a las explicaciones sobre las medidas de confidencialidad que ofrecen las páginas web, recogidas en la Ley Orgánica sobre Protección de Datos de Carácter Personal y en la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información.

También de cara a la seguridad de las transacciones comerciales a través de Internet, hay que destacar la importancia del cifrado de datos. En este sentido, existen diversos sistemas de algoritmos o programas de cifrado para encriptar la información de ficheros automatizados. Algunas de estas utilidades de cifrado son de libre distribución, como GNU Privacy Guard. También existen programas que generan discos cifrados, como PGP 8.0, capaces de almacenar sistemáticamente documentos de forma cifrada.

Por otra parte, programas como PGP Mail permiten intercambiar mensajes cifrados. Asimismo, elementos como la firma digital aportan seguridad y validez a las operaciones on line.

La firma digital o electrónica es un código de autenticación que identifica formalmente al autor o los autores de un documento. Está basada en un certificado digital reconocido (emitido por un prestador de servicios de certificación acreditado) y ha sido producida por un dispositivo seguro y certificado de creación de firma. Tiene el mismo valor jurídico que la firma manuscrita y se admitirá como prueba ante un tribunal. El proceso es sencillo:

• El signatario (una persona física que actúa en nombre propio o en el de una persona física o jurídica a la que representa) firma documentos mediante un dispositivo, por lo general una tarjeta inteligente con un chip, que se introduce en un lector incorporado al ordenador y pide una clave, es decir, un código criptográfico privado.
• Mediante un programa informático el ordenador calculará la firma de esa persona (un algoritmo matemático) y la incorporará al documento.
• El destinatario del documento firmado digitalmente deberá verificar la firma del signatario por medio de un dispositivo específico y un certificado digital que incluyen códigos o claves criptográficas públicas.