Principios ideológicos

Los principios ideológicos de las primeras radios libres eran los siguientes:

• Ocupación libre de las ondas
• El concepto de contra-información frente a lo que denominaban la información oficial
• Impulso de una cultura ¿alternativa¿ frente a las culturas de consumo e institucional
• Creación de vías de participación directa de los oyentes: cada persona se convierte en fuente de información
• Utilización de un nuevo lenguaje: reivindican un lenguaje no sexista, no homófobo, no belicista¿, según los grupos promotores o mayoritarios de cada emisora. Asimismo, existía una sensibilidad especial hacia el uso del euskera
• Reivindicación de la subjetividad y honestidad del informador, frente al mito de la objetividad

Factores de riesgo

De escasa potencia y muy poca cobertura, estas radios estaban ubicadas en gaztetxes, casas de cultura, asociaciones vecinales¿ Se nutrían de trabajadores militantes, no profesionales, y se autofinanciaban mediante cuotas de socios, venta de camisetas o pegatinas, instalación de txosnas en fiestas¿ En ningún caso, incluían publicidad y no aceptaban subvenciones o dinero público, con excepción de alguna ayuda por parte de los ayuntamientos (cesión de locales o infraestructura básica como luz y agua).

En la década de los 80, los cierres administrativos se sucedían; pero tan pronto como la policía clausuraba una emisora, sus integrantes rompían el precinto y volvían a entrar. Por extraño que parezca, la tolerancia posterior fue una de las razones que influyeron en su declive en los noventa.

Entre 1987 y 1989, el Gobierno Vasco realizó el reparto de frecuencias y la estrategia de permisividad frente a la confrontación debilitó en gran medida la repercusión social del fenómeno.

No fue el único factor que influyó en el cierre de muchas radios libres. A la crisis de militancia de los más jóvenes, se le unía, además, el retraso tecnológico, que hizo que estas emisoras no pudieran competir con otros proyectos que comenzaban a surgir como el de las emisoras municipales.

Supervivencia incierta

A principios de los 90, las emisoras libres se enfrentaban a un futuro incierto. En 1992, nació Tas Tas Irratia en Bilbao, y dos años más tarde, se celebró una asamblea de radios libres, donde decidieron introducir ciertos cambios para no perecer: previeron la contratación de trabajadores o la semi-profesionalización de los militantes, así como la necesidad de adaptación a las nuevas tecnologías.

Paralelamente, basadas en el modelo de radio asociativa, comenzaron a crearse nuevas emisoras, ligadas en su mayoría a grupos culturales euskaltzales. En muchos casos, contaban con el apoyo de los ayuntamientos de la localidad en que se ubican, que eran los titulares de la frecuencia, aunque no siempre con concesión administrativa como, por ejemplo, Arrasate Irratia, en Arrasate Mondragón, y Anboto Irratia, en Elorrio.

La vía de financiación de estas emisoras asociativas es mixta. Reciben subvenciones por parte de diferentes estamentos públicos (ayuntamiento, diputación, gobierno autonómico), tienen ingresos propios por publicidad, y los socios de la asociación cultural suelen pagar una cuota anual.

La unión hace la fuerza

Las radios libres y las radios asociativas que han surgido en los últimos años han comprendido, desde un principio, que la única manera de ser una alternativa es la unión. En 2001, los representantes de veinticinco emisoras se reunieron en Arrosa, con el fin de establecer una serie de bases para, por una parte, acceder a las nuevas tecnologías, y por otra, asentar los fundamentos de una verdadera cooperación entre todas ellas. Fruto de esa reunión es el centro de producción común Arrosa, creado en 2002.

El objetivo de este centro es el intercambio de información y programas entre emisoras, así como la creación de programas propios. La idea es formar una red (una intranet) con un servidor común para que todas las emisoras puedan compartir programas. La singularidad de este centro es el uso exclusivo del euskera.

Por otra parte, Internet se ha convertido en un dial alternativo para estas emisoras, ya que no es necesaria ninguna concesión administrativa.