El pacto germano-soviético
Hitler y Stalin mantuvieron, antes de la guerra, una política de acercamiento que se plasmó en la firma del pacto germano-soviético de 1939, por el que ambas naciones se comprometían a no agredirse mutuamente y se repartían Polonia. Rusia se aseguraba además Estonia, Letonia y Lituania, y la libertad de invadir Finlandia. El pacto quedó roto tras la invasión germana de la URSS en 1941.