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La profunda crisis del siglo XX

En la década de 1960 se produjo en Euskal Herria y en todo el Estado español una gran transformación económica. Era la época del desarrollo salvaje amparado e impulsado por la dictadura. No se respetaba nada: ni los derechos de los trabajadores, ni los derechos políticos de los ciudadanos, ni la naturaleza. Era la bicoca de los sin escrúpulos. En la zona de Bilabao es donde más caras se pagaron las consecuencias de esa forma de proceder: viviendas construidas de cualquier manera, oleadas de inmigración, destrucción del territorio y contaminación, pésimas relaciones entre empresarios y trabajadores.

Claro que ese modelo no valió para los años venideros. La crisis mundial del petróleo llevó al abismo la economía de Euskal Herria. Había luchas callejeras de los trabajadores con la policía. Los fallos que el sistema tenía en la infraestructura afloraron con las sacudidas de la crisis mundial. En 1981 la empresa Altos Hornos de Vizcaya, que hasta entonces había sido el motor de la economía de la zona, se acogió al Plan de Reconversión de la Siderurgia. Como consecuencia de ello, de los 13.584 trabajadores que tenía en aquel entonces quedaron solamente 5.986 y en 1996, cuando quedaban 1.830 trabajadores, cerró definitivamente sus puertas. Desde 1997 viene funcionando una miniacería muy automatizada, con muy poco personal. También importantes astilleros como, por ejemplo, Euskalduna, fueron barridos por la crisis y aún hoy en día en ese sector hay problemas sin resolver.