REPORTAJES CULTURALES
Franz Joseph Haydn fue un compositor austríaco de la época clasicista de la música clásica. Con Mozart y Beethoven, es el tercer gran representante del clacisismo vienés. Haydn es considerado el padre de la sinfonía y del cuarteto de cuerda, aunque ambas formas existían como tales con anterioridad fue él quien les dio una coherencia y un sentido.
Buscador infatigable de la perfección en el cine, quería compensar con ello las imperfecciones de la vida. Así, el cineasta Joseph Leo Mankiewicz, de cuyo nacimiento se celebra ahora el centenario, diseñó con minuciosidad y finísima inteligencia obras maestras como La huella. Un hombre que arrancó en esta industria desde abajo y consiguió colocarse entre las grandes figuras del séptimo arte. El estadounidense, además, marcó un hito en los máximos galardones de la industria del cine, Mankiewicz recogió dos años consecutivos los Oscars al mejor guión y mejor dirección con Carta a tres esposas y Eva al desnudo. Aunque no todo fue fácil y Cleopatra supuso un jarro de agua fría para el cineasta.
El cine de Mankiewicz se caracteriza por los diálogos punzantes y barrocos, donde la sofisticación del cinismo se siente. Asimismo, la ludopatía con la que coqueteó en su juventud, se convirtió en una máxima de su obra. Fascinado por el psicoanálisis, sus personajes echan partidas de dardos con unos diálogos satíricos que ya le dieron fama antes de dirigir su primera película. Cleopatra, sin embargo, supuso una pesadilla para el cineasta estadounidense y un duro golpe para la Fox. Sin embargo, Joseph Leo Mankiewicz ha hecho historia en el séptimo arte. Durante la última etapa de su carrera recuperó su prestigio y el pasado 5 de febrero se cumplieron 16 años desde su muerte.