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"La gallina que cantó después de asada" vuelve a su corral

La catedral de Santo Domingo de la Calzada vuelve a acoger a sus peculiares huéspedes. Con motivo de las obras de restauración realizadas en el templo gótico, las aves permanecieron fuera algo más de dos meses. Antonio rojas ha cuidado del gallo y la gallina responsables del famoso milagro durante 25 años, pero tras su fallecimiento la familia donó el criadero a la Cofradía del Santo. El actual cuidador se ha hecho con una máquina incubadora para garantizar la pervivencia de los polluelos blancos. Las parejas se sustituyen cada una o dos semanas para evitar, por una parte, el estrés que supone estar enclaustrados en la jaula; y por la otra, conseguir que el frío habitual de las catedrales no los deteriore físicamente.