Como su mismo nombre indica, la música es el pilar de esta clase de películas, y para eso se basan en utilizar canciones, bailes y coreografías. Las historias son superficiales y los personajes y argumentos quedan en una segunda línea, ya que están al servicio del espectáculo musical. En este genero destacan, entre muchos otros, los filmes Mary Poppins y Sonrisas y lágrimas.
En el musical se enmarcan básicamente todas las películas que otorgan importancia al espectáculo de la música a través de canciones, bailes o coreografías, e incluso se podrían considerar musicales también las biografías de compositores o intérpretes.
Pero, el musical por excelencia es el musical americano, un género genuino y que se caracteriza por historias optimistas y de cierta frivolidad, en las que una trama y unos personajes muy simples sirven de soporte para números musicales espectaculares. Se llama también comedia musical porque los tratamientos dramáticos resultan excepcionales.
Entre 1929 y 1930 surgió en Broadway, Estados Unidos, la comedia musical, género que atrajo rápidamente a los espectadores. Los productores le dieron mucha importancia al baile que acompañaba las melodías, con temas que realmente no tenían ninguna trascendencia; podían llegar a ser aburridos, pero la música era capaz de dar un giro al producto.
Alguna de las películas que lograron una buena acogida entre el público fueron El desfile del amor, La viuda alegre y Melodía de Broadway. Pero sin duda, la comedia que marcó esta época fue Cantando bajo la lluvia, cuyos protagonistas, Gene Kelly y Debbie Reynolds, tuvieron gran aceptación entre los espectadores.
Dentro de las comedias musicales, una película que cautivó al público fue El Mago de Oz (1939), dirigida por Victor Fleming y protagonizada por Judy Garland, quien se convertiría en la primera artista musical de la década del cuarenta.
Desde los años 60 el musical ha evolucionado hacia fórmulas más variadas y complejas, como el musical dramático, la ópera rock, el musical pop, las biografías de músicos y grupos o la plasmación de conciertos de rock, entre otros.
En la filmografía del estado español hay que destacar las zarzuelas, puestas de moda en la época del cine mudo y los musicales de Carlos Saura, al margen de los niños cantores (Joselito, Marisol) y de otras propuestas al servicio de cantantes de fama.
Grandes películas del género
Cantando bajo la lluvia (Gene Kelly y Stanley Donen, 1951), protagonizada por Gene Kelly y Debbie Reynolds, marcó un antes y un después en este género, y sirvió para lanzar a esos dos actores a la fama. La mencionada película El mago de Oz (Victor Fleming, 1939), Siete novias para siete hermanos (Stanley Donen, 1954), West Side Story (Jerome Robbins y Robert Wise, 1961) y Sonrisas y lágrimas (Robert Wise, 1965) son otros de los estandartes de los musicales.
Esta lista la completan las películas Un día en Nueva York (Stanley Donen, 1939), Un americano en París (Vicente Minelli, 1951), Melodías de Broadway (Vicente Minelli, 1953), Ha nacido una estrella (George Cukor, 1954), Porgy y Bess (Otto Preminger, 1959), Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964) y My fair lady (George Cukor, 1964).