Roberto Rossellini (1906-1977) está considerado como el máximo exponente del neorrealismo italiano. A lo largo de su vida, dirigió películas como Roma ciudad abierta, Stromboli, Europa 1951... Protagonizó un sonado idilio con la actriz Ingrid Bergman, su musa y madre de tres de sus hijos.
Roberto Rossellini es, junto a Luchino Visconti y Vittorio De Sica, uno de los máximos representantes neorrealismo italiano. Nació en 1906 y comenzó a trabajar en el mundo del cine en los años 30 trabajando como montador y dirigiendo algunos cortometrajes. Sin embargo, debutó como director de largometrajes en 1941, con la película La nave blanca. Para su primer trabajo se atrevió con una trilogía cuya primera parte era este filme. Completó la historia en los próximos años con Una pilota ritorna (1942) y L´uomo dalla croce (1943).
No obstante, el trabajo que le llevó al estrellato fue Roma ciudad abierta (1945), obra con la inicia otra trilogía, y uno de los mejores ejemplos del neorrealismo. En el guión de la película, además de Rossellini, participaron Federico Fellini, director que continuaría el camino abierto por su maestro, Celeste Negarville y Sergio Amidei. Se inspiraron en la verdadera historia del sacerdote Luigi Morosini, que fue torturado y asesinado por las tropas nazis por ayudar a la resistencia. La película tuvo, en un principio, poco éxito en Italia, pero en el extranjero tuvo un éxito inmediato y Rossellini ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1946.
Después de Roma ciudad abierta, dirigió otras dos obras maestras: Paisa (1946) y Alemania año cero (1947).
Si hubo una actriz que marcó la vida de Roberto Rossellini de manera excepcional, esa fue Ingrid Bergman. La actriz sueca llegó a Italia en 1949 para trabajar con el director italiano y allí surgió el amor. Bergman, casada y con una hija, era en aquellos momentos una actriz mundialmente conocida y admirada, gracias a su interpretación en Casablanca, por lo que el público condenó esta relación desde el principio.
No obstante, la pareja tuvo tres hijos, entre ellos la actriz Isabella Rossellini, y trabajaron juntos en varias películas: Stromboli (1949), Europa 1951 (1952), Te querré siempre (1953), Ya no creo en el amor (1954)... Con la primera de ellas, Rossellini inició una etapa más idealista y analítica de la sociedad, en la que trató temas como las soledad del ser humano.
Tras separarse de Ingrid Bergman, Rossellini vivió una crisis artística y personal. Decidió iniciar una nueva etapa con un viaje a la India y realizó un documental del mismo nombre. Posteriormente, vuelve al cine con títulos como El general de la Rovere (1959), Furtivos en la noche (1960), Viva Italia (1960) y Vanina Vanini (1961). En esta última, basada en una novela de Stendhal, se aprecia una voluntad de hacer un cine histórico.
A partir de 1962, Rossellini decidió probar suerte en la televisión y descubrió sentirse a gusto en el aspecto didáctico. De esta época son los trabajos La edad del Hierro (1964), La lucha de la humanidad por su supervivencia (1968), Los hechos de los apóstoles (1969), la magistral La toma del poder por Luis XIV (1966) realizada para la televisión francesa, Sócrates (1970), Blas Pascal (1971), Agustín de Hipona (1972) y La edad de los Medicis (1973).
En los últimos años de su vida, Roberto Rossellini regresó a la pantalla grande con dos títulos: Italia año uno (1974) y El Mesías (1975). El director romano, padre de neorrealismo italiano, murió en esta misma ciudad el 3 de junio de 1977.