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El cine contemporáneo del Extremo Oriente: Los imprescindibles (II)
vie, 11 abr 2008 18:29:00 +0200
La semana pasada conocimos a directores asiáticos tan interesantes como Zhang Yimou, Wong Kar-wai, Takeshi Kitano, Pen-Ek Ratanaruang y Kim Ki-duk. Esta semana llega el turno de Shinya Tsukamoto, Hayao Miyazaki, Takashi Miike, Park Chan-Wook y Johnnie To.

TETSUO. Japonia (1989). Shinya Tsukamoto.

Indudablemente, Tetsuo se ha convertido en una obra de culto del cine contemporáneo. El escritor William Gibson, quien popularizó dentro de la ciencia-ficción el subgénero llamado ciberpunk, consideró esta película como la primera del género en el arte del celuloide. Gibson quería captar el mundo (no tan lejano) en el que imperan las nuevas tecnologías en detrimento del espíritu humano, la filosofía del high tech, low life. El director japonés narra, con mucho ingenio y osadía, la asfixiante historia de un hombre que se convierte en fetichista del metal. Es un título imprescindible.

EL VIAJE DE CHIHIRO. Japonia (2001). Hayao Miyazaki.

Hoy en día, el anime de Japón es conocido por todos, en mayor o menor medida. En el proceso de su expansión, el año 1988 fue muy importante, pues fue entonces cuando Katsuhiro Otomo sorprendió a Occidente con la película Akira. Además, también ayudó mucho la difusión en televisión de la serie Bola de Dragón, ya que extendió la fiebre por los dibujos animados japoneses fuera del país asiático. Hayao Miyazaki, el autor de la película que nos ocupa, es un veterano en esto de hacer dibujos animados, y lo viene demostrando desde hace tiempo, pero su carrera se consolidó en Occidente gracias a su magistral film El viaje de Chihiro, mediante el cual consiguió llevarse premios prestigiosos. El público se quedó maravillado con la propuesta llena de magia y fantasía, y no es para menos.

ICHI THE KILLER. Japonia (2001). Takashi Miike.

Takashi Miike es un prolífico director que se ha convertido en artista de culto en todo el mundo, gracias a sus películas rompedoras y sin complejos. Su cine está totalmente apartado de convencionalismos y pretende impactar al espectador. Es muy disciplinado (rasgo típico en los japoneses) y ha sido capaz de hacerse cargo de 7 películas en sólo un año. Además, no fueron unos trabajos cualquiera: uno de ellos fue Ichi The Killer. El realizador japonés acomete proyectos tanto de televisión como de cine. Cabe destacar que no tiene reparos en plasmar sus inquietudes en el cine. La filmografía de Miike no deja indiferente; o lo amas o lo odias.

OLD BOY. Corea del sur (2003). Park Chan-wook.

El cineasta surcoreano ha saboreado las mieles de la fama internacional con su trilogía sobre la venganza. Primero fue Sympathy For Mr. Vengeance (2002), luego Old Boy (2003) y, por último, Sympathy For Lady Vengeance (2005). En esta trilogía, ha profundizado en la razón de la venganza de una manera demoledora, en un estilo muy influenciado por el cine de Tarantino. Así, Old Boy despierta auténticas pasiones como las que puede despertar la obra del americano. Park demuestra una vez más que en el cine todo es posible, cuando se pretenden plasmar las ideas que rondan por la cabeza.

ELECTION. Hong Kong (2005). Johnnie To.

El cine "made in Hong Kong" tuvo su auge en la década de los años 80, con directores como John Woo. Ahora, el referente de las películas de acción es Johnnie To. Hace mucho que está en la industria del cine, pero ha tenido que dirigir muchas películas comerciales antes de empezar a hacer lo que en verdad le gusta. Así, últimamente se está dando a conocer en el panorama internacional con sus filmes sobre las triadas. Election es un magnífico thriller sobre la mafia más numerosa del mundo, la china, y narra con mucho talento los entresijos de esas organizaciones criminales. En 2006 hizo la secuela: Election 2. Muy recomendable.

(Fotos: www.imdb.com)