Sus canciones reflejaban el espíritu de confrontación social ante el triunfo electoral de Margaret Thatcher. Los Clash grabaron en esos años London calling, el disco que mejor resumía el espíritu de los ochenta y considerado uno de los mejores álbumes de la historia del rock, con la que superaban el punk-rock original. Frente a la desesperanza de los Sex Pistols y su "No Future" The Clash proclamaban un futuro revolucionario.
Muchos jóvenes que veían cómo la sociedad se enfrentaba a una crisis profunda tenían una visión de "No future" para mediados de la década del 70. La industria cultural había generado un cúmulo de grandes escenarios, donde mega estrellas pop llenas de luces, vestuario y contratos millonarios con las grandes discográficas, simbolizaban la realidad de un estilo de vida que no identificaba a muchos jóvenes que se sentían día a día cada vez más marginados por el sistema.
Londres fue el epicentro, la crisis del petróleo sumada a otros factores habían traído como resultado una importante desocupación, crecimiento de los barrios pobres, falta de respuestas y la perspectiva de un horizonte negro a aquellos sueños de realización que habían sido la meta de las generaciones anteriores.
La distancia entre la producción cultural y la realidad a la que se enfrentan muchos jóvenes de la generación de esa época se fue haciendo tan evidente que la grieta comenzó a originar un emergente.
En ese escenario el grupo The Clash se formó en 1976 y se mantuvo único hasta 1985. La banda la formaban Joe Strummer (voz, guitarra eléctrica), Mick Jones (guitarra eléctrica, voz); Paul Simenon (bajo) y Nicky "Topper" Headon (batería).
Se pusieron bajo las órdenes del mánager Bernard Rhodes que les consiguió un acuerdo con la CBS en donde publicaron el estupendo The Clash (1977) su primer disco grande producido por Mickey Foote que supuso un considerable triunfo británico (el disco no fue publicado en su día en EEUU) al igual que su sencillo "White riot".
Actuaciones junto a grupos punteros de la época como los Sex Pistols, los Buzzcocks o los Jam engrandecieron aún más la popularidad en Gran Bretaña de la formación, popularidad confirmada por su siguiente disco, Give'em enough rope(1978).
El eclecticismo musical de los Clash (reggae, blues, rock) tuvo su punto más álgido en la publicación del magistral album doble London Calling (1979). Su siguiente disco triple, Sandinista! (1980), supuso un revés en el mercado británico pero sorprendentemente afianzó la posición de los Clash en el americano.
Con la marcha del batería Headon y la llegada de Terry Chimes grabarían Combat Rock (1982), album que contenía los temas "Should I stay or should I go" y "Rock the Casbah". Fue el disco mejor recibido por el público que apuntalaron su estatus con una serie de conciertos al lado de The Who.
En esa época las divergencias entre los diferentes miembros se hicieran notorias hasta concluir con la marcha de uno de los principales componentes, Mick Jones, que crearía Big Audio Dynamite.
Dos años más tarde, The Clash se autodestruye con el disco Cut the crup (1985). Mick, Paul y Joe retomaron sus carreras en solitario pero fue este último quien se mantuvo en primera fila con The Mescaleros, tocando la fibra sensible de las siguiente generaciones. Joe Strummer, el alma de The Clash, falleció el 22 de diciembre de 2002 a la edad de 50 años.