La estructura de la Tierra
Los materiales que forman la Tierra se distribuyen en capas concéntricas, de forma que los elementos más pesados tienden a concentrarse más cerca del centro planetario. Así, el núcleo está compuesto básicamente por hierro y níquel; el manto inferior contiene minerales metálicos, mientras que el manto superior es más abundante en rocas silíceas; por último, la corteza es algo más heterogénea, aunque el componente fundamental es de tipo rocoso, con una relativa escasez de minerales.