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La gravitación y la electrostática

Cuando, en 1785, Charles-Henri de Coulomb determinó la ley que rige los fenómenos electrostáticos, se descubrió su estrecha relación formal con la ley de Newton de la gravitación universal. Ambos principios, aunque de naturaleza muy diferente, obedecían a una ley matemática casi idéntica, por lo que pronto se estableció una analogía entre su descripción, sus características y sus magnitudes. Este esfuerzo conciliador se extendió en décadas posteriores a los fenómenos atómicos y nucleares, en un marco teórico general que pretende describir todos los hechos físicos según leyes y principios universales y uniformes (teoría de la gran unificación).