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El arte romano (I)
Los romanos adoptaron en buena medida la organización social, las formas arquitectónicas y los modos artísticos de los etruscos. No obstante, el afán expansionista y el interés de Roma por la res publica dieron lugar a nuevas formas artísticas. De ellas surgieron acueductos, calzadas, arcos triunfales, basílicas, templos, teatros, anfiteatros y termas, así como manifestaciones pictóricas y escultóricas específicas del gusto romano, que alcanzarían su esplendor en la época imperial, iniciada en el año 29 de la era cristiana.
La arquitectura pública en Roma
Las obras arquitectónicas romanas supusieron una ruptura radical con el principio que vinculaba la producción artística a la vida religiosa, optando de forma decidida por su supeditación a los intereses del Estado, con la creación de un arte político, estatal y urbano.
La ciudad romana se basaba en la disposición de los campamentos. Constaba de dos calles centrales que, formando una cruz, distribuían la ciudad en cuatro zonas. Una vía, llamada cardo, cubría el eje Norte-Sur y otra, denominada decumano, cubría el eje Este-Oeste. En su cruce se ubicaba el foro.
Las construcciones básicas de la arquitectura urbana romana eran los siguientes:
- El foro era una plaza porticada donde se desarrollaba la vida comercial y religiosa y en la que se levantaban los edificios públicos.
- La basílica era una edificación, generalmente con un número impar de naves y planta longitudinal, que servía como mercado, banco y tribunal.
- En las termas se ubicaban los baños públicos. Constaban de piscina fría (frigidarium), piscina de agua caliente (caldarium), vestuarios (apodyterium) y gimnasios.
- El teatro basaba su estructura en el griego y constaba de un espacio semicircular para los espectadores (cavea), un espacio también semicircular para el coro (orchestra) y un espacio alargado al fondo para los actores (escena).
- El anfiteatro era una construcción de forma oval, con una arena, en la que tenían lugar los juegos y luchas de gladiadores, y un graderío (cavea) para los espectadores.
- El circo era una pista en forma de anillo alargado en la que se desarrollaban las carreras de carros tirados por caballos, el deporte más popular en Roma.
Anfiteatro Flavio, o Coliseo (siglo I d. C.), Roma.
Las obras públicas
Las redes viarias y las instalaciones de abastecimiento fueron dos de los principales objetos de atención en Roma. De ahí la profusión de calzadas, que comunicaban las principales ciudades del imperio con la urbe, y los numerosos acueductos y puentes.
La vivienda romana
- Casa de atrio: era una vivienda urbana de un solo propietario, en la que las habitaciones se disponían en torno a un patio central o atrio, en el que convergían las vertientes de los techos para recoger el agua de lluvia en un estanque o compluvium. En un lateral del atrio se situaba la sala de recepción o triclinium, que comunicaba con el jardín trasero, generalmente rodeado de columnas (peristilo).
- Ínsula o casa de vecindad: contaba con varios pisos, con un patio central que reemplazaba al atrio. En ella habitaban varias familias y solían ser de alquiler. Este tipo de construcción surgió a raíz de la constitución del proletariado urbano.
- Villas: podían ser rurales, cuando en ellas se establecían explotaciones agrícolas o ganaderas a modo de granjas, o suburbanas. Éstas eran construcciones en general suntuosas, con patios, pórticos y columnatas. A estas villas se retiraban los aristócratas cuando salían de la ciudad, impulsados por la afición a los placeres de la vida campestre cantados por Horacio (65-8 a. C.) y Virgilio (70-19 a. C.). Entre las villas suburbanas más notables cabe citar la villa Adriana, construida por el emperador Adriano (76-138) en Tívoli, la colosal Domus Aurea de Nerón (37-68), y la villa de Tiberio (42 a.C.-37 d. C), en Capri.
Ruinas de la villa Adriana en Tívoli.
Sector del foro de César, en el foro de Roma.
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