Transformación del hospital

En 1958 es nombrado director del hospital Bel-Air y comienza a reestructurar los servicios dirigidos a los pacientes. El edificio que contiene 600 camas se convierte en un complejo o "pueblo" formado por pequeños pabellones, que cubren todos los aspectos de la vida del paciente. Ajuriagerra transforma radicalmente este centro hospitalario, que, a partir de entonces, alberga un centro psicosocial y un servicio médico-pedagógico, que incluye secciones de psiquiatría infantil, psiquiatría del adolescente y psicogeriatría, cubriendo así todas las edades del ser humano. Además, trata de responder a las necesidades específicas de los niños y los toxicómanos.

Julián de Ajuriagerra abre el hospital Bel-Air hacia la investigación internacional, defiende una enseñanza abierta a las nuevas tecnologías y organiza coloquios acerca del tema. Por las innovaciones aplicadas a la psiquiatría y sus trabajos de investigación recibe el premio Ville de Genève en 1975.

En 1976, Ajuriagerra abandona la dirección del hospital Bel-Air para dirigir la Cátedra de Neuropsicología del Desarrollo en la Escuela de París. El neuropsiquiatra vizcaíno potencia las actividades de ocio de los enfermos y destaca la importancia de los profesionales de la salud. Durante la década de 1960, los "cuidadores de locos" ceden el espacio a profesionales de distintas especialidades en el hospital Bel-Air: dietistas, ergoterapeutas, logopedas, psicólogos, etc.

Garantizando los derechos del enfermo

Desde entonces, los enfermos adquieren sus derechos relativos a la libertad personal, a la vida y a la integridad física, que engloba el derecho a la libertad de decisión del paciente, a recibir una información adecuada y a la dignidad y el respeto de la esfera privada.

De esa manera, la psiquiatría evoluciona, incluso, a menudo, por delante de la legislación, y se abre a nuevas corrientes de pensamiento, que se muestran a favor de que se cree una relación estrecha entre paciente y profesional, indispensable en el éxito de una terapia.

Numerosas contribuciones

Ajuriagerra ha realizado grandes aportaciones en el ámbito de la psiquiatría infantil: creía que era difícil comprender a un adulto sin conocer su infancia; por ello, comenzó a investigar acerca de la psicopatología de los niños, valiéndose de la psicología genética o evolutiva. Investigó la escritura en los niños, las alteraciones del lenguaje, la dislexia o la tartamudez, y publicó numerosos libros acerca de estos temas.

En la extensa bibliografía de Ajuriagerra destacan el Manual de Psiquiatría Infantil (1971), El Córtex Cerebral (con H. Hécaen, 1949) y el Manual de Psicopatología Infantil (1982). Fue nombrado doctor "honoris causa" por la UPV y la Universidad de Barcelona.