La alteración de las aguas subterráneas

Los acuíferos subterráneos, que proporcionan agua para el consumo y para la actividad agrícola, se ven gravemente afectados por la contaminación y la sobreexplotación. La tierra filtra los vertidos urbanos e industriales y el agua de lluvia contaminada, alterando e inutilizando las aguas subterráneas. En los acuíferos costeros, la extracción excesiva del agua provoca la invasión procedente del mar dando lugar a su salinización.

La alteración de los ríos

Las modificaciones que sufre el agua de los ríos se deben al vertido directo de residuos de la actividad humana. Existen microorganismos que consumen mucho oxígeno al transformar los contaminantes, lo que hace que otros seres acuáticos puedan terminar muriendo por carecer de él. Además, se desarrolla una flora adaptada a estas condiciones de degradación del agua que altera aún más la situación.

La alteración de los lagos

Cuando a nuestros lagos llegan restos de detergentes y abonos, ricos en fósforo y nitrógeno, las algas se alimentan de ellos y se multiplican rápidamente. El agua de los lagos tiene poco movimiento, está prácticamente estancada, así que los restos de las algas que mueren se van depositando en el fondo y sirven de alimento a las siguientes generaciones tras la acción depurativa de los microorganismos. Como consecuencia, aunque los vertidos se interrumpan, el proceso de degradación del agua continúa de forma natural: las aguas se vuelven turbias, opacas y sin oxígeno. Este lento proceso se denomina eutrofización.

La alteración del mar

El agua del mar se encuentra amenazada por la contaminación procedente de embarcaciones y plataformas petrolíferas, por los vertidos directos desde la costa (de origen urbano, industrial y agropecuario) y por la desembocadura de ríos contaminados. Como consecuencia, la fauna y la flora de los ecosistemas marinos, así como las actividades pesqueras y turísticas, se ven gravemente afectadas.

Aproximadamente un 10% del petróleo que se transporta vía marítima acaba en el mar formando las temidas mareas negras.

Soluciones a la contaminación del agua

Euskadi dispone de una cantidad de recursos hidráulicos suficiente para satisfacer las necesidades de consumo industrial, doméstico y agrario.

El Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco es el ente encargado de elaborar las medidas necesarias para el saneamiento y recuperación de las aguas, cuyas principales líneas de acción son:

• Fomento del uso eficiente de los recursos hidráulicos mediante la reducción del consumo de agua o la reutilización de aguas residuales.
• Realización de evaluaciones de impacto ambiental previas a la construcción de todas aquellas infraestructuras que puedan alterar los ecosistemas.
• Reducción de la contaminación en origen, control de los vertidos y penalización administrativa cuando haya irregularidades.
• Instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales procedentes de los núcleos urbanos y las plantas industriales.
• Establecimiento de planes de recuperación ambiental de zonas que ya han sufrido alteraciones o contaminaciones.

Las aguas subterráneas no contienen los suficientes microorganismos ni el oxígeno necesario para su autodepuración. Por eso requieren una especial protección, además de evitar su sobreexplotación para no agotar este recurso.

En el agua de ríos y lagos la eutrofización se puede reducir mediante el empleo de detergentes sin fosfatos, la moderación en el uso de abonos o fertilizantes o su tratamiento antes de ser vertidos.