Descripción y comentarios:

La iglesia está ubicada en el núcleo urbano de Tolosa; vista en perspectiva tan solo se ve la fachada alzada a los pies, pues está bastante cercada.

Al igual que otras muchas iglesias de Gipuzkoa, la iglesia Santa María se levantó sobre otra que existía anteriormente. Hacia mediados de la segunda mitad del siglo XVI había en Tolosa otra iglesia, mucho más pequeña que la actual, pero el año 1503 incendiaron parte de ella.

Los canteros levantaron la iglesia en más de una ocasión, y por eso presenta ese aspecto híbrido.

El año 1781 ardió en llamas, y la reedificó el arquitecto Silvestre Pérez; también diseñó los retablos y las columnas.

La iglesia presenta planta basilical, tres naves de gran altura y se cubre con bóveda nervada -es de nervios diagonales y terceletes- y una serie de ligamentos. Los nervios descargan en tres pares de columnas cilíndricas; la base de las columnas es cúbica, y la ornamentación de los capiteles corresponde al orden toscano. El ábside es octogonal, pero prácticamente queda oculto tras el retablo.

Los arcos formeros de la nave central son semicirculares, y los de las naves laterales se presentan más apuntados. Columnas cuadrangulares adosadas a los muros constituyen los puntos de apoyo del interior, que al exterior se corresponden con contrafuertes o machones.

A los pies de la iglesia se ubica el alto coro, fijado en arcos rebajados y en el último par de columnas. El coro es de gran tamaño y el órgano al que da cobijo muy elegante.

El altar mayor se sitúa en el crucero , ubicado sobre una gran plataforma, y para acceder allí cuenta con escalinatas en tres lados. El altar es obra del arquitecto Silvestre Pérez, y data del siglo XIX.

La portada del Baptisterio es del siglo XIII, románica de transición, y pertenecía a la ermita San Esteban; la ermita San Esteban se incendió en el siglo XIX, y la portada fue trasladada a la parroquia Santa María el año 1918. Presenta arquivoltas de arco apuntado, y se ornamemta con elementos decorativos que forman decoración dentada, ajedrezada y puntas de diamante.

La fachada barroca ubicada a los pies de la iglesia es verdaderamente hermosa. Es obra de Martín Lanera, y comenzó a construirla el año 1761.

Tiene un acusado sentido vertical. En la parte inferior de la fachada está ubicado el pórtico y la imagen de la Asunción. El pórtico remata en florones, y la parte central lleva la imagen de San Juan Bautista, patrono de la villa, obra de Manili; sobre el santo, el escudo de la villa.

La fachada remata con dos pequeñas torres en los extremos y espadaña vivamente decorada, con dos vanos para las campanas, y flanqueada por pirámides. Entre las dos torrecillas y la espadaña se presenta una balaustrada, de lado a lado. Los tres óculos y los contrafuertes animan la fachada.

El resto de las fachadas apenas se ven, y llevan contrafuertes.

En todos los lados y tramos se abren ventanas semicirculares del siglo XVI, a través de las cuales se ilumina la iglesia; en la cabecera, construida posteriormente, y en el alto coro, también hay varios cubos. Las vidrieras están decoradas con imágenes de santos.

La fachada principal es de sillería caliza perfectamente encuadrada. El interior de la iglesia está revocado excepto las ventanas, el coro y los nervios, en los cuales el sillar queda a la vista.

El interior posee cantidad de elementos dignos de ser vistos:

- El púlpito con su amplificador de sonidos, adosado al segundo par de columnas de la parte izquierda.

- Una serie de frescos de Pablo Uranga, en los muros de la iglesia.

- Los retablos, obra neoclásica del arquitecto Silvestre Pérez.

- En el lienzo del altar mayor se presenta la imagen de la Asunción, obra del pintor de Bergara A. Zabala, del año 1929.

- En la sacristía y en las dependencias parroquiales están los dos únicos relieves que restan del retablo que Ambrosio Bengoetxea realizó para Petronila Idiakez el año 1605; el retablo estaba en la iglesia San Francisco, hasta la época de la desamortización.