En la zona norte de Álava, en el municipio de Artziniega, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Encina. Esta iglesia ocupa un lugar destacado dentro de la arquitectura de Álava. Según la leyenda, alrededor del año 1220 la Virgen se apareció a una joven zagala. La fecha puede ser acertada, ya que existe una Virgen de la Encina del siglo XIII. La iglesia fue construida a finales del siglo XV y comienzos del XVI. No obstante, es bien seguro que ya el año 1440 existía el santuario.

En cuanto a la arquitectura, el edificio presenta planta latina , tres naves , bellísimo pórtico , sobre el coro la torre, y, adosada a la iglesia, la hospedería.

El pórtico es realmente hermoso, de sillar, y compuesto de cuatro arcos en la parte delantera y uno al costado. Las ventanas son sencillas, de arco apuntado . Se abren también dos rosetones góticos y dos óculos .

El Santuario de Nuestra Señora de la Encina destaca sobre todo por sus elementos arquitectónicos y por los bellos elementos que alberga el interior. Así, en la nave central, por ejemplo, aparecen los escudos de armas de los Reyes Católicos, y una inscripción que muestra el año de construcción; por otra parte, también merecen especial mención los anagramas de Cristo y María, las palabras del Rey don Carlos, la bellísima decoración pictórica de las claves de las bóvedas, la pila bautismal... En la construcción del retablo mayor participaron muchos especialistas: el maestro de la obra fue José Vicente Mendía y el maestro cantero Agustín Zumalabe; los capiteles, los ventanales y las piedras que forman parte de la decoración fueron labradas por Julio Gargallo, el altar original fue obra del propio Manuel Echave, el actual altar y las imágenes de los evangelistas son obra de José Limona y dio fin a las obras de la torre Ramón Cortazar.