Ferrocarril del Norte
FITXA
Nombre: Ferrocarril del Norte
Provincia: Gipuzkoa-Navarra-Álava
Tipología General: Ferrocarril
Tipología Exacta: Ferrocarriles y funiculares
Siglo: XIX
hiribildua.Época: Edad Contemporánea
Fecha Construcción: 1863
Autor: Letourneur
Desde que hacia 1850 la construcción de ferrocarriles se convirtiera en una necesidad básica, los mandatarios de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava y Navarra comenzaron a elaborar distintos proyectos que serían beneficiosos para sus propios intereses.
Al objeto de defender sus intereses, Gipuzkoa tuvo que luchar de lo lindo frente a la competencia de otros proyectos. En consecuencia, en 1857 ofreció un adelanto económico a la empresa concesionaria al objeto de que llevara a cabo las obras correspondientes al tramo ferroviario correspondiente a su territorio.
En dicho acuerdo se decidió que Gipuzkoa ofrecería a la concesionaria 25 millones de cuartos reales y, a cambio, ésta debía construir y poner en marcha el tramo Bidasoa-Ordizia.
El ingeniero Letourneur fue responsable del estudio sobre construcción del ferrocarril y fue el director de las obras. En junio de 1858 se inauguraron las obras en Tolosa, con gran pompa y boato. En 1863 comenzó la explotación del tramo Donostia-San Sebastián-Beasain y un año después la línea llegó hasta Alsasua. El 15 de agosto de 1864 se inaugura oficialmente la línea Madrid-París en Donostia-San Sebastián.
A partir de entonces se introdujeron mejoras en la línea y se padecieron dos guerras, es decir, la segunda guerra Carlista y la guerra civil española, lo que acarreó destrozos e interrupciones del servicio. En cualquier caso, se han renovado y ampliado sus instalaciones y los raíles de hierro originales fueron sustituidos por robustos raíles de acero. Entre 1909 y 1929 se implantó doble vía. En 1929 se electrificó la línea para aumentar la velocidad y responder convenientemente al creciente tráfico de los servicios de cercanías, así como para eliminar el humo, muy molesto si tenemos en cuenta que el ferrocarril atraviesa 32 túneles.
Como decíamos, desde que entra en Gipuzkoa por Otzaurte, en la sierra de Aizkorri, el tren atraviesa numeroso túneles. Entra en el valle de Urola y llega a la estación de Zumarraga, donde existe la posibilidad de combinar con el antiguo tren del Urola y con la línea de Eusko Trenbideak. Destaca el impresionante viaducto de Ormaiztegi, así como el de Villabona y la construcción existente frente a la estación de Andoain. Llega a Irun y tras atravesar el Bidasoa por un puente de 100 m de anchura, entra en Hendaya.
En lo que respecta a las estaciones, Letourneur cultivaba un estilo neoclásico palpable aún en las estaciones de Alegia, Zizurkil-Villabona, Andoain y Hernani.
La estación de Donostia-San Sebastián aún conserva una gran parte del trazado diseñado por Letourner, aunque en 1880 fue ampliado siguiendo un proyecto de G. Biarez; fue entonces cuando se añadieron dos pabellones y se colocó una marquesina de Eiffel. La estación de Legorreta es también digna de mención, por su estilo regionalista.
En los años cincuenta se derribaron magníficas estaciones como la de Pasaia y Tolosa y en su lugar construyeron nuevas estaciones de ladrillo. En esas estaciones sólo se conservan las viejas marquesinas construidas en hierro forjado, asentadas sobre pilares de hierro fundido, como se puede observar en la estación de Zizurkil-Villabona.
Las subestaciones eléctricas son también dignas de mención. En todas ellas existe una vivienda.