Descripción actual:

Las Bodegas "Palacio" se encuentran en la carretera A-3210 en dirección a Logroño, en el cruce hacia Elciego. Actualmente están renovando las bodegas viejas para construir un complejo hotelero con cafetería, hotel, casa de huéspedes, sala de exposiciones, un pequeño museo del vino y demás. Actualmente se elabora el vino en unos pabellones construidos en 1972 junto a los viejos pabellones.

Datos históricos:

Cosme Palacio y Bermejillo proyectó una bodega en Laguardia y la construyó en 1894. En 1901, debido a la filoxera, la llevaron a una finca en la ribera del Duero, cerca de Peñafiel, e iniciaron la producción de vinos Vega Sicilia. Hasta 1970 las bodegas pertenecieron a la familia pero entonces se convirtió en sociedad anónima, simultáneamente a un proceso modernizador de todas las instalaciones. Tras estar en manos de una empresa americana, en 1987 la adquirieron entre varios directivos. Gran parte de su historia estuvo ligada al mosto "Palacio" ya que era su producto estrella, utilizado fundamentalmente con efectos curativos, pero en 1985 el vino tinto se convirtió en el predominante.

Proceso productor:

Su viñedo es de sólo diez hectáreas, en consecuencia, para poder satisfacer sus necesidades compra uva y vino a los productores de la zona de Laguardia. Tras recolectar la uva se separan la negra y la blanca y la negra, a su vez, se clasifica por la edad de la vid: 15 años, 15-30 años y más de 30 años (la de mayor calidad). La uva recogida en los viñedos se lleva a la bodega y descarga en lagares. Esos lagares son unos grandes depósitos construidos primero en sillar y posteriormente en hormigón y en ellos se prensa la uva. La pasta surgida se prensa en nuevos lagares pero antes de prensar se retiran las raspas para que el vino no salga agrio. Posteriormente se introduce el mosto en unos grandes toneles que antes eran de madera y ahora son de cemento armado, y permanece durante 8-10 días fermentando. Finalizada la fermentación se lleva el vino a barricas de madera a través de unos sifones, en las que fermenta más despacio que en los toneles y madura así debidamente; y se mete en cuevas para guardar el vino en condiciones de humedad y temperatura óptimas.

Durante su estancia en las cuevas el vino cambia tres veces de barrica, en marzo, en junio y, por último, en septiembre, ya que en el vino joven hay muchos elementos en suspensión que ensucian y enturbian el vino. Por último, se aclara con la clara de huevos frescos. Todos los días se enciende una vela en las cuevas para, a contraluz, controlar que ninguna madera se haya soltado o dañado.