Es un magnífico caserío, el único de su clase en Gipuzkoa. Lo que más llama la atención es su peculiar estructura, ya que está construido enteramente de piedra. Los materiales son de alta calidad, y la calidad de la construcción es también excelente.

Larrañaga se encuentra cerca del núcleo urbano de Urrestilla, en una loma que puede verse según se sube de Azpeitia, a la izquierda del valle. Debido a las industrias que hay en los alrededores, el entorno está bastante deteriorado, lo cual resta categoría a este incomparable edificio.

La casa solariega de Larrañaga es antigua y fue construida por el linaje de los Alzaga, que fueron sus propietarios hasta la segunda mitad del siglo XVIII. Posteriormente fue adquirida por Martín Abaria. El origen del caserío Larrañaga data del siglo XVI, y aparece mencionado por Lope Martínez Isasti como "Larrinaga". Dicho caserío se incendió y fue reconstruido por Abaria, que le dio el aspecto que presenta en la actualidad. Posteriormente no se han realizado cambios en la estructura.

Larrañaga respeta la estructura y morfología del caserío, compuesta por columnas y vigas de madera. En la planta baja están el zaguán o porche, el establo y la cocina, mientras que en la primera planta tenemos el espacio residencial y el almacén para productos agrícolas.

El caserío Larrañaga tiene planta rectangular, de 16,50 x 20 m. Cuenta con dos plantas y no tiene desván. Es un edificio muy peculiar, construido enteramente de sillería y mampostería. La cubierta es a tres aguas.

La fachada principal está orientada al sur; se accede al zaguán a través de un arco rebajado, que tiene dos ventanas a los lados. En la primera planta hay dos balcones con parapeto, distribuidos regularmente, así como una ventana bajo el piñón, ubicada en el eje del muro.

En la fachada izquierda hay un acceso adintelado en la planta baja, así como cuatro ventanas de diferentes medidas; en la primera planta, hay un balcón con parapeto y tres ventanas. Al igual que en la fachada sur, en esta fachada izquierda, orientada al oeste, el marco de los vanos es de sillería. En la fachada este, los muros originales no son visibles, ya que se han adosado algunos elementos: habitaciones, cocina y baños. En la fachada norte, por su parte, hay alguna que otra ventana, a la altura de la primera planta. En ese muro se ha instalado un montacargas, lo cual afea y estropea la estética del edificio.

En el interior del caserío Larrañaga no se ha utilizado madera. Hay dos hileras de tres pilares, construidos todos ellos con materiales de relleno y sillería, con lo que el edificio presenta una estructura de tres naves. Sobre el armazón conformado por las hileras de pilares se apoyan unas bóvedas regulares de piedra (en la planta baja hay doce bóvedas). Para acceder a la primera planta se sube por una escalera de piedra.