En Agurain hay cuatro palacios exentos, todos ellos con huerto y jardín. El Palacio Azkarraga es uno de ellos.

Es de planta casi cuadrada y cuenta con planta baja (en ella está la entrada), dos plantas más y desván. La fachada principal es el elemento más destacable de la casa: es de sillería y unas líneas de impostas que van de lada a lado la dividen en tres partes.

El interés principal reside en la planta principal, la primera. En ella hay cuatro balcones, con dos escudos de armas entre ellos. Uno de los balcones, el de la esquina, es similar al de la casa Begoña (que también se encuentra en Agurain) y es el elemento más representativo de todos.

En la planta inmediatamente superior hay una solana construida con ladrillo, también digna de mención. Finalmente, el alero también llama la atención, ya que los palacios de los alrededores no presentan un tejado tan saliente como el de Azkarraga. Asimismo, presenta una mayor riqueza de adornos.

Este palacio es un buen ejemplo de los palacios construidos en las zonas rurales del País Vasco; muestra una evidente influencia de las formas renacentistas y barrocas, y hay una mezcla del estilo italiano de los siglos XVI y XVII con los materiales del lugar: sillería, mampostería y ladrillo.