El caserío Ugarka mantiene su estructura original y es un buen ejemplo de los caseríos vascos. Se encuentra en el casco histórico y convendría cuidarlo y protegerlo, ya que es un caserío singular y representativo que presenta una ornamentación y estructura magníficas.

Es de planta cuadrada, con cubierta a dos aguas y cumbrera perpendicular a la fachada principal. Tiene tres plantas: planta baja, planta principal y desván. La fachada principal se divide en tres crujías.

La planta baja es de mampostería. En la parte inferior de la primera planta puede distinguirse madera recubierta de argamasa y relleno. El resto (es decir, la parte superior de la primera planta y el desván) está cerrado con tablones de madera. El desván tiene un ala y el estado de las tablones originales es muy bueno.

El caserío se encuentra abandonado y presenta desperfectos. Es imposible verlo enteramente y, de seguir así, corre el riesgo de derrumbarse.