La torre de los condes de Orgaz se encuentra en el centro de Fontecha, sobre la carretera que une Miranda de Ebro con Puentelarra. La Torre Orgaz forma parte de un conjunto y está rodeada por los siguientes edificios: un gran torreón, un palacio (adosado a la Torre Orgaz, en la parte delantera) y los vestigios de una muralla.

La Torre Orgaz ocupa la parte central del conjunto. Se trata de un edificio de planta rectangular, más alto que el resto del conjunto, ya que está construido en la zona de mayor pendiente. Los muros se construyeron de sillería; aún pueden verse en los sillares algunos símbolos de estelas funerarias realizados por los canteros que trabajaron en la obra. Los principales elementos que se han conservado son estructuras defensivas: un voladizo almenado asentado sobre modillones, gruesos muros, saeteras... De las torres que se conservan en Álava, es una de las pocas construidas enteramente con sillería. El interior se encuentra completamente vacío.

Tal como hemos comentado, la torre tiene adosado el palacio, que fue construido debido a la necesidad de contar con un espacio residencial. Los muros del palacio, que se encuentra al oeste de la torre, son de sillería. Es de planta rectangular y cuenta con varias plantas (el palacio llega hasta media altura de la torre). También dispone de un patio.

En la planta baja había un zaguán, caballerizas y habitaciones adicionales. En dicha planta, destaca el acceso principal provisto de un magnífico arco conopial, sobre el que hay dos escudos de armas tallados. En el de la derecha, pueden verse el blasón de los Hurtado de Mendoza y el escudo de armas de Castilla y León, mientras que en el de la izquierda tenemos el blasón de los Guzmán.

En las dos plantas superiores hay nueve saeteras y algunas ventanas gemelas medievales. Las más destacables son las que presentan arco lobulado, construidas a partir de un sólo sillar.

La torre conserva un trozo de muralla; concretamente, el tramo que arranca de la fachada norte. La muralla cuenta con tres saeteras, anchas y muy alargadas, lo cual es otra muestra del carácter defensivo del edificios.