Fue construida por orden de Martín Fernández Izagirre y su esposa María García Araste como casa solariega en 1525. También cuenta con un escudo de armas, entre los balcones de la planta principal.

Se trata de un edificio exento, de amplia planta (en la fachada derecha se aprecia con claridad que el palacio está compuesto por dos cuerpos adosados el uno al otro); los muros son de mampostería, con sillería en los marcos de los vanos, las esquinas y en toda la parte delantera. La cubierta es a cuatro aguas. La fachada principal presenta dos plantas y desván, y tres ejes de vanos irregulares. En la parte inferior, a un lado, hay un acceso; a la altura del dintel de dicho acceso, a los lados, podemos ver unas estructuras para colocar los bustos de un hombre y una mujer (quizás para colocar los bustos de quienes construyeron la casa).

A la derecha del acceso principal hay una ventana adintelada protegida por una retícula claustral, así como una inscripción en caracteres clásicos con el lema del linaje de la casa solariega: "Ni la busques, ni la temas". Atravesado el acceso principal se llega a un gran zaguán que ocupa todo lo ancho del edificio y por el que se accede al edificio por medio de un arco escarzano.

En la primera planta puede verse un escudo de armas entre los balcones. En el desván hay unos ventanucos adintelados. Las demás fachadas también presentan vanos adintelados (unos corresponden a ventanas, y otros a balcones), así como partes en hierro o madera. El elemento más llamativo se encuentra en la fachada izquierda; se trata de una galería apoyada sobre columnas y compuesta por tres arcos de medio punto. En los ángulos, podemos ver garitones que se apoyan sobre ménsulas en la fachada delantera, y sobre bolas y molduras en la fachada trasera (éstos últimos son más antiguos). La casa está rodeada por un jardín y árboles, y parece más una obra del Romanticismo que del Barroco.