Se trata de un palacio barroco del siglo XVII, construido en zona rural. Se encuentra en la parte alta de la localidad, con la fachada principal dentro del parque del marqués de Narras, junto a la iglesia de San Juan Bautista.

Es de planta rectangular, con cubierta a tres aguas. En alzado presenta planta baja y primera planta. Los muros son de mampostería (sin revestimiento de argamasa y con poca decoración), con recercos de sillería en los marcos de los vanos, los esquinales y las impostas. En la planta baja hay un gran soportal, con dos arcos escarzanos rebajados y un sólido pilar en el centro y pilastras a los lados.

En la primera planta hay tres huecos adintelados que salen a balcones a ras de pared. En esa misma planta puede verse un hermoso escudo de armas, con los blasones de los Salazar y los Montoya.

En la fachada derecha hay dos soportales de madera superpuestos que conforman una solana. En esa plataforma, la parte que arranca al par de la primera planta es más alta (llega hasta la cubierta), y las vigas del techo se apoyan sobre las columnas de esa parte. Bajo esa estructura pueden verse dos ventanas y la entrada a la cuadra. Hay dos balcones para salir desde el interior de la casa a la solana.

En la fachada izquierda, en la primera planta, hay una única ventana con marco bien remarcado y con alféizar moldurado. Antaño, la fachada trasera estaba cegada, pero actualmente presenta dos ventanas y una viga de carga, de madera.

En la fachada delantera está la entrada principal, adintelada. Una vez franqueada, se accede a un gran zaguán desde el que se puede llegar a diferentes estancias de la casa: cocina, sala de estar, servicios, almacén y cuadra. La escalera principal arranca desde la misma entrada, tiene dos tramos, y los peldaños y el pasamanos son de madera.