El actual palacio se encuentra a 50 metros de lo que antaño fuera torre de defensa, que fue derribada durante el reinado de Enrique IV. El actual edificio fue construido por orden de Beltrán López de Gallastegui entre 1549 y 1553. Se intentó dar un toque de funcionalidad al nuevo edificio y le abrieron muchos vanos. Con el palacio de Ozaeta comienza a aparecer el tipo de construcción conocido como palacio vasco.

Se trata de un edificio exento que se encuentra junto al puente de Zubiaurre, en el ángulo que forman la carretera vieja de Bergara a Arrasate y el camino vecinal que desciende de la ermita de San Martín. En la actualidad funciona como restaurante.

La fachada principal cuenta con cuatro ejes de vanos distribuidos de modo regular. La entrada del palacio es muy llamativa, y las secciones visibles están construidas de sillería. En la fachada delantera hay un acceso adintelado que tiene una columna estriada a cada lado. En dichas columnas se apoya un arquitrabe con moldurado a cuyos lados hay, a su vez, dos escudos de armas, bastante deteriorados, con los blasones del linaje. En la parte inferior de la fachada principal destaca un gran acceso abierto por medio de un gran arco de medio punto con enormes dovelas. En las plantas primera y segunda todos los huecos son pequeños balcones salientes, asentados sobre tres pretiles. Los balcones resultan muy llamativos; en primer lugar, porque son de hierro forjado; y en segundo lugar, porque están muy deteriorados. En el desván hay cuatro ventanas, un poco descentradas con relación al eje. En dicha muro principal, la cubierta, que apenas sobresale, se asienta sobre una cornisa moldurada. En todas las esquinas hay un gran garitón. También hay uno en la fachada principal, éste último en el centro.

La fachada izquierda carece de interés, ya que no está construida de un modo muy ordenado. Se ha cambiado la distribución original de los huecos y está muy abandonada. La fachada trasera también ha sufrido grandes modificaciones: se ha adosado un elemento que oculta la planta baja y sobre el cual se ha sacado una terraza a la altura de la primera planta. Además, se han cegado algunos huecos y abierto otros, en función de las necesidades.

La fachada derecha da al río y al camino que lleva a Arrasate. En la planta baja, cuenta con tres arcos rebajados, que se apoyan sobre columnas con fuste octogonal y capiteles de estilo renacentista. Una fina imposta moldurada sirve de separación entre la planta baja y las demás, en las que el eje está compuesto por tres huecos distribuidos simétricamente. En las plantas primera y segunda dichos huecos son balcones salientes, mientras que en el desván son estrechos ventanucos. El eje central del desván está ocupado por un escudo de armas con el blasón de los Ozaeta. En esta fachada derecha, además, puede verse una cornisa.