Sin lugar a dudas, puede decirse que es uno de los edificios más destacables del ensanche de Bilbao. Se trata de un conjunto de viviendas residenciales construido en 1920 por Manuel María Smith en el centro del caserío de la Calle Mayor, en una época en la que aún estaba vigente la corriente del eclecticismo.

Cuenta con planta baja y siete plantas más; las dos últimas retranqueadas de la línea de fachada. En la fachada que da a la Calle Mayor, pueden verse numerosos cuerpos salientes, galerías y áticos de tipo torre, todos ellos construidos con buenos materiales. En todos los lados se utilizaron los mismos materiales: piedra en las paredes, hierro en los balcones y madera en los aleros de los tejados superiores.

La fachada es simétrica, organizada en ejes con numerosos vanos. Encima de los seis centrales, puede verse un cuerpo a modo de torre. En la planta baja, bajo un arco escarzano, se abre una entrada doble en el centro, sobre la que puede verse el escudo de armas de los Sota. En la línea de fachada, hay cuatro ejes dobles, que tienen miradores de piedra. Los vanos son de varios tipos: arcos de medio punto , con clave destacada y garitón; vanos adintelados; arcos rebajados... En los demás ejes de la fachada, predominan los balcones con parapetos de hierro, llegando a unirse hasta tres y cuatro ejes de vanos; además, también hay unos balcones colocados sobre jabalcones de gran tamaño. En la parte superior de los ejes de los miradores, hay unas torres que cuentan con unos aleros de tejado muy salientes, y, sobre un ángulo pronunciado, unos pináculos con forma de llama.

En cuanto al estilo, nos encontramos ante un edificio que recuerda al estilo regionalista vasco y que interpreta con total libertad muchos temas de la arquitectura culta de los siglos XVI y XVII. Antaño, fue sede del Departamento de Hacienda y Finanzas de la Diputación.