La casa de Lezama-Legizamon reúne elementos y detalles tanto de la arquitectura popular como de la tradición palaciega del País Vasco. Fue construida por el arquitecto Manuel María Smith, al igual que numerosos palacios de Getxo, siendo uno de los trabajos más importantes del período final de su carrera.

Presenta planta cuadrangular, con cubierta a dos aguas, asimétrica y perpendicular a la fachada principal. En la planta baja, puede verse una arcada abierta compuesta por arcos rebajados. Los dos extremos de dicha arcada (un vano gemelo y una hornacina) están cegados.

En el centro de la fachada principal destaca un soberbio trabajo de forja, y en la zona superior, en la parte que queda debajo del tejado, puede verse ladrillo a cara vista y un entramado con aspecto de madera, así como un piñón con forma de triángulo, todo lo cual relaciona esta casa con la arquitectura popular; es decir, con las características de los tradicionales caseríos vascos.